Recuerdos maquiavélicos

Aquellos recuerdos  maquiavélicos  que se hacen presentes

En el mismo instante, al  mirar aquella  mujer de sonrisa embrujada.

RECUERDOS SINIESTROS

                    Volando por la noche por emily w. Martin

En mi mente, se revuelven algunos remordimientos

Pesares, angustias, tristezas, se posan como muerte

O que más decir, como pequeños fantasmas.

¡Dicen transmitiendo, el dolor que sienten por mí!

Cruda vivencia entre lúgubres animales misteriosos,

Seres de la noche habitando plácidamente.

¡Me siento desterrado de esta tierra! de este mundo fantástico,

De mis propios demonios, concibo el dolor más puro,

Observo detenidamente a la hechicera desempolvando la luna.

Entre algunos, pasajes macabros

Lentamente  muere,  mi espectro envenenado,

Sacrificándose lentamente como el destello de luz 

Ante La soledad  tosca y Fría,

Acogiendo  en su ser   un terrible dolor.

Voces del infierno

                                            Francisco Goya hilan Finamente

                                                         Artista: Francisco Goya

                                     Medio: Grabado original, aguatinta y punta seca

                                                         Título: hilan Finamente

                                                         Cartera: Los Caprichos

                                                                Año: 1796-1797

                                                          Tamaño de la hoja: 11 "x 9"

Fantasmas que rodean mi mente Corriendo por todos lados perturbando

Constantemente mis pensamientos llevándolo frenéticamente al delirio,

Asechándole en ocasiones sin misericordia.

Torturando mis sentidos engendrando en mi cabeza perversión,

Sosiego penas Desangrando pesares agonizantes o moribundos.

Contrayendo la enfermedad suicida,

Cuerpos marchitos  bajo la luna de los campos oscuros,

Siniestros eternos malévolos, cuerpos sedientos de muerte,

En el estrecho abismo  del infierno

EL POETA

El poeta sueña visiones Pensamientos desgarradores

Sumergiéndose a mundos prohibidos morbosos, creándole demencia,

Preparándolo para un estado delictivo creativo  alucinógeno.

Surgiendo apariciones de ominosos seres y pasiones terriblemente adictivas

Se acompaña  así mismo encontrándose con pequeños demonios de traje azul,

Precedidos por estas sombras fantasmales,

Viviendo mil vidas antes de ser cruelmente asesinado por sus creaciones 

Teniendo presente la demencia poética literaria que sufre el lector

Incitándolo al suicidio mortífero mental.

sueños

Fui mutando a lugares oscuros,

A lugares siniestros, a esos lugares poco comunes,

Donde extrañas presencias se hacían presentes,

Soñaba despierto, caminaba, caminaba y caminaba.

Ver a esa niña bailando feliz

  

Mujer de mirada endemoniada, aroma hechizante,

Ser implacable,  bello  hostil estigmatizado,

Ángel que comanda sin dar marcha atrás a  tropas oscuras,

Niña  enigmática, creativa  pasajera demencial  malhumorada.

Se dice mucho en realidad muy poco,

Tal vez nunca se ha comprendido Claramente,

Se cree entender  a esa mujer de poco tallaje infantil.

Si se llegara a pensar, en lo trasgresora,  en aquel lugar

Sin pensar en ese lugar, en lo inmutable de sus vicios,

En la frialdad de su risa, de palabras cortas con poco tacto,

Era fascinante,  ver esas almas que rodeaban su vida.

Ver  a esa niña bailando feliz, mirar sus libros y observar su escritura

Entender cómo  esa niña de  ojos tristes, mirada penetrante  Sobrevivía, 

Así misma, en realidad era una linda nena,  inmiscuyéndose entre todos,

Ocultándose, preparaba su mejor humor para seguir en pie.

Vivía  lo prohibido, ¡hacía  una fiesta con su sonrisa maquiavélica!,

Desenterraba momentos insospechados, llamaba a  sus demonios,

Sanaba rápidamente sus heridas.  

Corría apresuradamente a la muerte, creía en los murmullos,

Vivía terriblemente escondida entre letras, miraba repulsivamente,

Miraba misteriosamente, amando cada instante vital su vida fugaz.  

En los campos de la muerte

La muerte, un estado donde se es feliz,

En la paz y el estupor del silencio  incomprendido, 

Donde  demonios y lobos  esperan como locos.

Seres de otro mundo salen de sus tumbas a caminar por sus campos

Tranquilos, pensando en aquel pasado desconcertante delictivo,

Suenan los vientos de noche, suenan aquellos llantos  malogrados,

Tristemente invadiendo recuerdos  trágicos inconcebibles.

 Brisas rosando el césped   de las tumbas,  de las risas tristes

Jugando  por  un instante a una realidad de pasos impíos,

Lamentablemente  en estas tumbas  hay secretos, lamentos,

¡Solamente el destino sabrá! cuantas más estarán acá.

El beso de ríos de tintas

Demonio de rostro mortalmente pálido,

sonrisa mortífera. Fragante aroma de rosas venenosas,

bellamente toma forma sonámbula,  condenada a danzar,

el murmullo pagano difuso… llevándola entre tintas rítmicas, métricas,

poderoso fantasma de mente negra, inmundas sombras,

brisas incesantes lujuriosas, ¡llegaran ante mi dándome un beso en la mejilla!

La historia de un pintor genocida

Prefiero regalarte mi amor nauseabundo,   decirte delirando  que me produces repudio

¡Exponerte que algunas de estas rosas rojas!,  fueron  rosas sangrientas  ¡al sonar de aquellas pesadillas!

Me excuso ante tus ojos de niña  noble; repudio el ser maldito que tu existencia expuso ante mis sombras.

Lo eterno, la eternidad y el temible infierno  emprendieron la existencia de mi conciencia, al cabo de segundos, preparado para la muerte demencial, mi alma con un panorama no alentador  espera en el puente de los suspiros, 

Observar el espacio alucinógeno cantado, exclamado, expuesto y aclamado por estrellas plutónicas.

 Me enverga tristemente la presencia nociva de esta fragancia mortífera  en algunos remotos recuerdos 

Petrificado,  se acercó paso por paso,.. ¡Sutilmente pensó susurrando palabras nostálgicas de dolor!