oscuridad angelical
abrumadora esencia de belleza
incitante desespero por amarte
luna fusionada en tu pecho
montañas germinadas
por el azúcar de tu piel… mujer
que linda eres mujer
En la horca negra bailan, amable manco,
bailan los paladines,
los descarnados danzarines del diablo;
danzan que danzan sin fin
los esqueletos de Saladín.
¡Monseñor Belzebú tira de la corbata
de sus títeres negros, que al cielo gesticulan,
y al darles en la frente un buen zapatillazo
les obliga a bailar ritmos de Villancico!
Sorprendidos, los títeres, juntan sus brazos gráciles:
como un órgano negro, los pechos horadados ,
que antaño damiselas gentiles abrazaban,
se rozan y entrechocan, en espantoso amor.
¡Hurra!, alegres danzantes que perdisteis la panza ,
trenzad vuestras cabriolas pues el tablao es amplio,
¡Que no sepan, por Dios, si es danza o es batalla!
¡Furioso, Belzebú rasga sus violines!
¡Rudos talones; nunca su sandalia se gasta!
Todos se han despojado de su sayo de piel:
lo que queda no asusta y se ve sin escándalo.
En sus cráneos, la nieve ha puesto un blanco gorro.
El cuervo es la cimera de estas cabezas rotas;
cuelga un jirón de carne de su flaca barbilla:
parecen, cuando giran en sombrías refriegas,
rígidos paladines, con bardas de cartón.
¡Hurra!, ¡que el cierzo azuza en el vals de los huesos!
¡y la horca negra muge cual órgano de hierro!
y responden los lobos desde bosques morados:
rojo, en el horizonte, el cielo es un infierno...
¡Zarandéame a estos fúnebres capitanes
que desgranan, ladinos, con largos dedos rotos,
un rosario de amor por sus pálidas vértebras:
¡difuntos, que no estamos aquí en un monasterio! .
Y de pronto, en el centro de esta danza macabra
brinca hacia el cielo rojo, loco, un gran esqueleto,
llevado por el ímpetu, cual corcel se encabrita
y, al sentir en el cuello la cuerda tiesa aún,
crispa sus cortos dedos contra un fémur que cruje
con gritos que recuerdan atroces carcajadas,
y, como un saltimbanqui se agita en su caseta,
vuelve a iniciar su baile al son de la osamenta.
En la horca negra bailan, amable manco,
bailan los paladines,
los descarnados danzarines del diablo;
danzan que danzan sin fin
los esqueletos de Saladín
Qué mejor homenaje
ResponderEliminara la belleza
que los versos.
Saludos.
Muy bella selección de palabras las que juntaste en unos cuantos versos. Muy hermoso, si. Un abrazo
ResponderEliminarpoeta enamorado...doblemente poetaa..!!
ResponderEliminarlindo de veras ..!!
mi afectoooo..!!
Siempre es grato leerte.
ResponderEliminarHoy nos dejas un bello poema a la mujer!!
Un beso.
Tus contradicciones literarias hacen tus textos hermosos "ocuridad angelical". Me encanto.
ResponderEliminarBesos.
como un abánico las palabras se mezclan y entrelazan; dándole color y forma a este retrato inspirador
ResponderEliminarfelicitaciones
un abrazo de paz
full dedicatoria, aunque el final está un poquito plano, debió ser un cierre con estocada y todo, jajajajaa. bacan de tema.
ResponderEliminarMuy bello homenaje a la mujer que te inspira. Precioso lo que has escrito y preciosa la musa. Felicitaciones! Un abrazo, poeta enamorado.
ResponderEliminarpero que bonito es el amor y sobretodo cuando inspira de esa forma tan dulce.
ResponderEliminary a pesar que soy muy miedosa ...miro la foto de tu perfil tan guapo y alaaaa me meto en el blog sin miedo
ResponderEliminarfeliz fin de semana
un beso
Marina
Hola espero que estes bien no entiendo lo que comentaste. besos y lindo poema
ResponderEliminarHermoso!!! :D Muy Hermoso! Me encanta como escribes, es todo tan bello! ^^
ResponderEliminarUn Besito! :)
Ella muy guapa .... El poema hermoso
ResponderEliminarMe tardo pero no me olvido de ti
Un abrazo