Desde la cuna para esclavizar

Mi alma llora en ocasiones es frenética

Las manecillas giran al sentido contrario de la misma,

Llanto en llanto brumen los arboles del bosque,

Mientras trazan verdades de ocultismo,

Germinadas en la historia donde los perros ladran,

Al murmuro de una condesa

Hechicera que clava la estaca y delira al sonar del cuento,

que Predice el final de la poesía, poesía exclamaciones nefastas,

en que las tumbas de aquellos muertos danzan al sonido de la mortaja,

danzan y danza, paraíso jardín de las almas.

almas que rujen maltratan alcanzan los hilos del pentagrama

en la mirada del mas allá trasmitida por una persona levitando,

a lo profundo donde lo habitable es inevitable ver

y esta versión dicha en el papel pospuesta,  

por el cantico del cuervo y maldiciones de pensamientos,

de seres desdichado que incurre en el retrato hablado,

de la muerte que pasa la historia cuando la pagina es volteada

a lo pospuesto por el universo de sus ojos,

vagara la bruja a las tres de la madrugada,

para ver quién será su próxima víctima.