miércoles, 2 de mayo de 2018
donde se cultiva la perversidad
En las redes, donde se cultiva la
perversidad
De aquellos seres siniestros llamados
humanos,
Que se sumergen en terapias
eletroconvulsivas.
Otros muy extraños hablaban de mi ejecución
No entendía quien era más raro… me sentía
con miedo,
Estaba como diluido en una taza de café.
Seguían hablando de mi ejecución, ¡no
lograba estar!
No puede ser más aterrador y fantástico,
Continuar con miedos fecundantes,
Respiraba el aire lisiado del contorno.
No diré mucho, diré poco o mejor no diré
nada
Estaré como el tímido poeta esperando,
Esperando el momento para ejecutarlos.
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